Los mercados extendieron su tendencia positiva en octubre, con Wall Street cerrando su sexto mes consecutivo al alza, impulsado por resultados corporativos sólidos, la distensión comercial entre Estados Unidos y China, y un tono más prudente de la Reserva Federal.
Los mercados extendieron su tendencia positiva en octubre, con Wall Street cerrando su sexto mes consecutivo al alza, impulsado por resultados corporativos sólidos, la distensión comercial entre Estados Unidos y China, y un tono más prudente de la Reserva Federal. En un mes cargado de eventos, los principales índices lograron sostener su avance, consolidando el optimismo que ha caracterizado al mercado desde mediados de año.
El S&P 500, uno de los principales índices de EE. UU., acumula un alza de 16 % en 2025, su racha más prolongada desde 2021, mientras que el Nasdaq, otro índice americano, vuelve a destacarse gracias a las grandes tecnológicas. El movimiento se apoya en dos bases: la fuerza de los resultados empresariales y la sensación de que la Fed no irá mucho más lejos con los recortes de tasas, al menos por ahora. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, volvió a moderar las expectativas de un nuevo recorte en diciembre y recordando que, en un contexto de datos limitados por el cierre del gobierno, conviene “reducir la velocidad”. Tras sus palabras, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años repuntó a 4,1 %, mientras que la probabilidad de un nuevo recorte de tasas en diciembre cayó del 100 % al 61 %.
En el frente internacional, el encuentro entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping calmó los temores de una escalada comercial. Ambos líderes acordaron prolongar la tregua por un año, reducir parcialmente aranceles, reactivar compras agrícolas y suspender restricciones sobre exportaciones tecnológicas y minerales estratégicos. Si bien el acuerdo no resuelve las tensiones estructurales, representa un alivio inmediato para los mercados, que celebraron la señal de diálogo y cooperación.
Por el lado corporativo, la temporada de resultados del S&P 500 sigue mostrando cifras sólidas con cerca del 87 % de las compañías ha superado las previsiones, con la banca y la tecnología liderando las sorpresas positivas. El mercado interpreta esto como una validación de que la inteligencia artificial y la productividad corporativa están empujando a la economía hacia un nuevo super ciclo de crecimiento, mientras se disipan los temores de recesión que dominaban a comienzos de año.
Europa, en tanto, muestra un tono más moderado. Los principales índices retrocedieron levemente la semana pasada, apoyados en un crecimiento del PIB mejor al esperado y la decisión del BCE de mantener sus tasas sin cambios.
El foco de los próximos días estará puesto nuevamente en Estados Unidos ante una serie de datos macroeconómicos a publicarse, los que serán clave para medir la solidez del ciclo económico y ajustar las probabilidades de nuevos movimientos monetarios.
También será una semana cargada de resultados empresariales, compañías como Palantir, AMD, McDonald’s y Airbnb en Estados Unidos; y en Europa, BP, Novo Nordisk y AstraZeneca mostraran sus números. Veremos si las compañías logran mantener el tono optimista y confirmar que la expansión de los beneficios continúa, especialmente en tecnología y energía.
En conjunto, el escenario sigue siendo uno de optimismo sostenido pero vulnerable: la narrativa de la IA, la tregua comercial y los resultados sólidos han alimentado una complacencia creciente. Sin embargo, bastaría un repunte inesperado de la inflación o una sorpresa en el frente político para reavivar la volatilidad.
La economía estadounidense sigue desafiando las predicciones apocalípticas de comienzos de año. El mercado, una vez más, apuesta a que la tecnología y la Fed sostendrán el ciclo expansivo. Pero como advirtió Powell: “incluso el conductor más experimentado debe reducir la velocidad cuando la niebla se espesa”.